Jacques Derrida. Glas
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ESPECIALIZADOS EN
COCINA A LA BRASA Y A LA PLANCHA
La brasa y la plancha son los pilares de nuestra cocina. La esencia define nuestro estilo. Poca guarnición para destacar los atributos del producto, aquellos que hacen que sea el que es, sin los cuales perdería su identidad.
Carta
LLURITU es una marisquería de gama media, con un ambiente desenfadado, incluso festivo, con el valor añadido de la brasa como protagonista. La oferta gastronómica consta de un resumen de los mejores productos y elaboraciones de las costas españolas (y Madrid), con una clara voluntad de especialización, y carta corta. Brasa y plancha, y la ausencia de fogones, definen nuestro estilo. Un estilo con guarnición mínima o nula en los platos.
“Creemos en una hostelería que prioriza preservar el alma del producto por encima de la calidad del mismo. Qué barbaridad no?
¡La palabra calidad tendría que ser sagrada! Sí, pero para nosotros nunca debería pasar por encima del alma, del “savoir faire”, de la calidez, de la complicidad, de la familia, y de las sobremesas que te hacen tocar el cielo.
¡La palabra calidad tendría que ser sagrada! Sí, pero para nosotros nunca debería pasar por encima del alma, del “savoir faire”, de la calidez, de la complicidad, de la familia, y de las sobremesas que te hacen tocar el cielo.
Nuestros productos
La oferta gastronómica consta de un resumen de los mejores productos y elaboraciones de las costas españolas.
El nombre: Lluritu
El LLURITU es un pescado divertidísimo con escamas rojizas y ojos saltones que mide entre 12 y 16 centímetros de largo.
El LLURITU es un pescado que puedes encontrar en las Islas Baleares, en Almería y, a veces, en el Maresme. De hecho, se le conoce también como el raor, lorito, galán, papagayo o pámpano. Nosotros lo llamamos Lluritu (mal escrito) porque nos parece divertido, bonito, catalán y carismático.
Su gusto y textura son únicas: carne muy blanca similar a la del lenguado, grasa y suavemente yodada.
Seguramente, su rasgo más característico es su piel gelatinosa que se deshace en la boca como si fuera tocino ibérico. Se pueden cocinar a la plancha o fritos con un ligero rebozado. Se pescan con anzuelo de uno en uno.
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Marisquería con ambiente desenfadado, incluso festivo, con el valor añadido de la brasa como protagonista.